Los belgas consumen una amplia variedad de alimentos, como el cerdo, el vacuno, las aves de caza, el pescado, los mariscos, el queso, la fruta, los vegetales, el pan y la pasta. El vino, la cerveza y el agua mineral se sirven habitualmente con las comidas. Bélgica es famosa por sus mariscos (como los mejillones), el chocolate, las casi 300 variedades de cerveza, los gofres y las frites (patatas fritas), que los belgas reclaman como invención suya y que se sirven en muchos casos con mayonesa.
El desayuno se compone de una bebida caliente con bollos o pan con jamón u otros embutidos. A mediodía se toma una comida más abundante. La cena se suele hacer entre las 7 y las 8 de la tarde. Los belgas están muy orgullosos de la calidad de sus alimentos y de la variedad de su cocina, que va desde los platos típicos nacionales hasta los que se adaptaron de otras culturas. Los restaurantes ofrecen una amplia variedad de platos internacionales.
La hora de la comida en Bélgica es una grata ocasión para disfrutar de la buena mesa y de la buena conversación. La mayoría de los belgas come sosteniendo el cuchillo con la mano derecha y el tenedor con la izquierda. Se considera un derroche dejar comida en los platos, pero no es descortés
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario